Por primera vez me siento en la obligación de escribir un artículo en defensa de una opinión emitida por ese dudoso liberal llamado Emeterio Gomez, quien piensa que el capitalismo debe pedir disculpas y tiene resposabilidades sociales.
Defiendo su opinión emitida en el artículo"Elí Bravo y Juan Barreto" públicado el domingo 22 de enero de 2006, y el cual tenia como intención de sacarle del asombro a "Elí Bravo" y a muchos venezolanos, entre los que me incluyo, ante las opiniones emitidas en el canal 8 por el Alcalde Mayor, ciudadano Juan Barreto, acerca de la muerte del hijo del Sr Leopoldo Castillo. Pues es cierto lo que este dice, el hombre no es más que una bestia, dotada de inteligencia pero una bestia, la que se puede ver afectada por su instinto y sus pasiones dejando de un lado el razonamiento; no como ha querido pensar, equivocadamente, la Sra Carolina Jaimes Branger en su artículo "No, Emeterio, No" , publicado en el Universal el día lunes 30 de enero, y donde expone al ser humano como un ser sublime. Pues de seres sublimes poco tenemos, nuestras acciones se corresponden básicamente con nuestras necesidades y nada más; y en base a ellas actuamos para bien o para mal. Gracias a Dios todo acto emprendido por el hombre, con buena o mala intención, tiende a generar, de una u otra manera, resultados positivos.
Defiendo su opinión emitida en el artículo"Elí Bravo y Juan Barreto" públicado el domingo 22 de enero de 2006, y el cual tenia como intención de sacarle del asombro a "Elí Bravo" y a muchos venezolanos, entre los que me incluyo, ante las opiniones emitidas en el canal 8 por el Alcalde Mayor, ciudadano Juan Barreto, acerca de la muerte del hijo del Sr Leopoldo Castillo. Pues es cierto lo que este dice, el hombre no es más que una bestia, dotada de inteligencia pero una bestia, la que se puede ver afectada por su instinto y sus pasiones dejando de un lado el razonamiento; no como ha querido pensar, equivocadamente, la Sra Carolina Jaimes Branger en su artículo "No, Emeterio, No" , publicado en el Universal el día lunes 30 de enero, y donde expone al ser humano como un ser sublime. Pues de seres sublimes poco tenemos, nuestras acciones se corresponden básicamente con nuestras necesidades y nada más; y en base a ellas actuamos para bien o para mal. Gracias a Dios todo acto emprendido por el hombre, con buena o mala intención, tiende a generar, de una u otra manera, resultados positivos.
Lo único que limita nuestro actuar como bestias, pero que a veces repotencia nuestra capacidad para dañar, es nuestra inteligencia; cualidad por la cual podemos discernir entre bien o mal y por la que podemos ser castigados cuando actuamos mal intencionadamente. Esa luz sublime de la inteligencia, que puede ser un límite para el recato o un arma para la ofensa y el daño, es lo único que nos separa de los verdaderamente inocentes animales, más nada.
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